Los mínimos.
San Francisco de Paula
Los minimos en la corte de Francia.
Los minimos llegan a España.
Expansion .
Los mínimos se instalan en Madrid.
Los mínimos en el Imperio español
La Soledad en España : templos, capillas, ermitas, humilladeros.
La Soledad en America.
La Soledad en Portugal, Napoles, Filipinas, Angola, Mozambique.
Talleres madrileños.
Grabados y Estampas.
La cofradia del convento madrileño de la Victoria.
Siglos de esplendor.
Decadencia.
El turismo revitaliza las cofradias y procesiones.
Procesiones.
Viernes Santo
Sabado Santo.
El Encuentro
El Dia de la Virgen
La Soledad en la basílica de San Isidro.
A causa de la desamortización del convento de la Victoria los mínimos la Virgen de la Soledad fue llevada en 1837 a la colegiata de San Isidro en la calle de Toledo , elevada al rango de catedral al crearse la diócesis de Madrid-Alcalá en 1885, aunque provisional hasta que se terminara la nueva de Santa María de la Almudena, lo que se prolongó hasta 1993.
La imagen de la Nuestra Señora de la Soledad de la Victoria fue colocada en la capilla principal del templo, la situada en el ábside del lado del evangelio. De estilo barroco, concluida en 1671 y dedicada a San Ignacio de Loyola, tenía frescos de Claudio Coello.
El gremio de los Silleteros la sacaron en el Viernes Santo de 1837 y sólo en 1861 se constituyó la “Reunión de los devotos de Nuestra Señora de la Soledad de San Isidro”. Entre los bienes que pasaron a pertenecerles figuraban un trono y andas de la Virgen, plateados, y una reliquia de San Francisco de Paula, que procedían del antiguo convento de la Victoria.
La Virgen siguió desfilando en la procesión del Santo Entierro, en la noche del Viernes Santo, junto con otros nueve pasos, saliendo inicialmente desde la vecina iglesia de Santo Tomás y tras ser destruida ésta por un incendio en 1872 desde la parroquia de San Ginés. La popularidad y devoción de la imagen fue decayendo y a fines del siglo XIX nadie parecía acordarse del esplendor del esplendor de la Soledad de la Victoria, al tiempo que ascendia la de la milagrosa Virgen de la Soledad de la Paloma. Hubo incluso dos años, a principios del siglo XX, en que dejó de salir en la procesión.
En la noche del 19 al 20 de julio de 1936 fueron quemadas más de cincuenta iglesias y conventos de Madrid, entre ellos la catedral de San Isidro, donde el incendio duró dos días, perdiéndose así gran número de obras de arte y de piedad, entre ellas la Soledad del insigne Gaspar Becerra. El cuerpo de San Isidro consiguió salvarse al ser retirado en su arca de madera policromada. Hoy descansa en la catedral de la Almudena.
Terminada la guerra civil España vivió un largo periodo de revitalización religiosa: la imaginería tuvo una época de esplendor ante la demanda de vírgenes y santos que sustituyeran a las destruidas en los incendios y saqueos, se reconstruyeron las iglesias destruidas, se multiplicaron las vocaciones, nacieron nuevas órdenes, instituto y movimientos. Entre los templos reconstruidos estuvo la Real Colegiata de San Isidro, a la que volvió una copia de la Soledad de Gaspar Becerra.
Ello se debió a la iniciativa de don Pedro de Répide, cronista oficial de la Villa, quien aunque de ideas republicanas huyó de Madrid al ver los actos de barbarie que se cometían y se exilió en Caracas. Terminado el cruel conflicto fratricida, gestionó la constitución de una Junta de Damas que patrocinaron el que se hiciera una copia de la Virgen de la Soledad que se venera en el templo de San Francisco, en la capital venezolana, que a su vez es una copia de la de Gaspar Becerra, por encargo de Juan del Corro y su esposa, entronizada en ese convento franciscano caraqueño en 1654 [1]. La imagen de candelero, que tiene solo talladas la cara y las manos, llegó a Madrid a fines de 1942 y fue entronizada en la Colegiata a principios de 1943, siendo colocada provisionalmente en la que fue su antigua capilla. Ahora se encuentra en una situada junto a la del Santísimo, en lo que es la iglesia del Buen Consejo[2]. Solo desfiló dos años, 1943 y 1944, en las procesiones de Semana Santa; hoy nadie se detiene a rezar ante ella, nadie recuerda lo que fue la Virgen de la Soledad de Gaspar Becerra[3].
Nace la Virgen de la Paloma.
La capilla.
El templo.
La verbena
La guerra civil.
La parroquia de San Pedro el Real-Virgen de la Paloma